Esto es de cuando mi padre aparece con una caja en las manos y de dentro sale un cachorro de tres semanas y los ojos muy vivos y el pelo negro como el carbón. Yo llevo pidiendo un perro el mismo tiempo que lleva mi padre haciendo como el que no me oye, así que el regalo me pilla totalmente desprevenido y mi abuela aprovecha para taladrar con lo de la responsabilidad y las obligaciones y lo de educar al cachorro para que no se cague en casa. Y yo a todo que sí, claro. Al perro lo llamo Romo y al principio muy bien, pero luego empieza a morirse la gente y a mi abuela se le mete en la cabeza que la culpa la tiene el perro...
Esto es de cuando mi padre aparece con una caja en las manos y de dentro sale un cachorro de tres semanas y los ojos muy vivos y el pelo negro como el carbón. Yo llevo pidiendo un perro el mismo tiempo que lleva mi padre haciendo como el que no me oye, así que el regalo me pilla totalmente desprevenido y mi abuela aprovecha para taladrar con lo de la responsabilidad y las obligaciones y lo de educar al cachorro para que no se cague en casa. Y yo a todo que sí, claro. Al perro lo llamo Romo y al principio muy bien, pero luego empieza a morirse la gente y a mi abuela se le mete en la cabeza que la culpa la tiene el perro.
En proceso...
1 de septiembre de 2024 Ilustración: Voén D.
Laralalá. Su hermana cantaba y Vera la seguía, con una mano levantada, bailaban en círculo. Laralalá. La hermana persiguiendo a Vera y Vera detrás de su hermana. Yo las veía desde la ventana de la cocina, siempre cantando en el patio, siempre la misma canción. Laralalá. Había un padre que existía a ratos pero afortunadamente su hermana ya era un hogar completo. Durante el día siempre estaban solas. El padre llegaba de noche y entonces la canción era otra. Yo acababa de entrar en la policía por aquel entonces y desde arriba veía muchas veces a Vera esconderse en el patio después de cenar. Algunas noches el padre salía a buscarla pero su hermana sabía cómo defenderla. Al padre lo detuvimos en un par de ocasiones y por lo menos esas noches ellas pudieron dormir tranquilas. Pero a la mañana siguiente teníamos que soltarlo...
Ana ya no me ama más y me lo dice en el baño de un garito cuando estoy sentada en el váter con las bragas por las rodillas y una tarada aporrea la puerta gritando que llevamos diez minutos aquí metidas, que salgamos de una puta vez, pero Ana pasa de todo y se pone a buscar su bolsita de keta mientras me suelta que lo nuestro hace ya tiempo que no es de nadie, que estas cosas no se pueden forzar, aunque amigas siempre vamos a ser, me aclara, de eso no te quepa duda, y yo aguanto la llorera y me levanto y me subo las bragas y el pantalón y tiro de la cisterna y agacho la cabeza como si sí, como si esta puñalada en el pecho hubiera sido una decisión de las dos y no algo que se ha montado ella solita.
Porque no se da cuenta...
sobra caliente la manta, eres ya carne ardiendo, no es fiebre ni estorbo, es mi lío de brazos, cuando me pides que entre, y yo te invado despacio, y te busco de frente, o me doy la vuelta, y tú te vengas, hasta mojarme agotado.....